Mentón japonés: enfermedades y su prevención
La barbilla japonesa puede vivir hasta 15 años. Pero esto no indica buena salud. Hay enfermedades a las que son susceptibles las barbillas japonesas.
Las principales enfermedades del mentón japonés.
Como todos los perros con un hocico acortado, la barbilla japonesa a menudo sufre problemas con el sistema respiratorio. Además, los problemas no son necesariamente el resultado de una actividad violenta. El calor es especialmente perjudicial para las mascotas: el sobrecalentamiento puede causar la muerte de la barbilla.
Asegúrese de preguntarle al criador sobre los problemas encontrados en las generaciones anteriores.
Vale la pena echarle un vistazo a la barbilla japonesa para detectar displasia de cadera, displasia de codo, enfermedad de von Wellebrand e hipotiroidismo.
A menudo hay problemas con los ojos: atrofia progresiva de la retina (cargada de ceguera) y cataratas (nubosidad del cristalino).
La endocariosis atrioventricular, una enfermedad degenerativa que afecta las válvulas tricúspide y mitral del corazón, puede provocar insuficiencia cardíaca.
Los soplos cardíacos pueden ser causados por un flujo sanguíneo deteriorado a través de las cavidades cardíacas.
Los perros pequeños a menudo sufren una dislocación de la rótula.
A la edad de 4-6 meses, el mentón japonés puede manifestar síntomas de la enfermedad de Legg-Calwe-Perthes, una enfermedad asociada con la desintegración de la cabeza femoral. En este caso, se necesita cirugía.
Si el mentón japonés come mal, se comporta lentamente, se observan trastornos de la digestión, la cojera o el pelaje se vuelven opacos, comuníquese con su veterinario lo antes posible.
En la foto: barbilla japonesa
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